Este proyecto es
esencialmente participativo donde, por un lado, el profesorado intercambia
ideas, metodologías y programaciones, y trabaja en la organización de
actividades comunes a todas las escuelas participantes y, por otro, se da
protagonismo al alumnado, siendo los niños y niñas los protagonistas en las
actividades y en todo el proceso de creación; fomentando el trabajo en equipo y
potenciado la responsabilidad. Partimos del convencimiento de que cada persona
es única, con sus propias peculiaridades, necesidades, capacidades e intereses.
Damos a la experiencia y a la investigación un papel
principal, basado en la idea de que “aprender haciendo” refuerza los
conocimientos y sobre todo anima a seguir aprendiendo. Propiciamos, por tanto,
la creatividad, la experimentación y que sea el niño y la niña quienes se
conviertan en “descubridores/as”.
A través del juego, el dibujo, la acción, la
investigación y la experimentación se van construyendo aprendizajes y
conocimientos. Damos mucha importancia a esto, por eso fomentamos la
creatividad, la experimentación y los descubrimientos del niño y la niña,
respetando, al mismo tiempo, su iniciativa, sus diferencias personales y sus
aciertos y errores. Trabajamos a partir de la experiencia del niño para ir
construyendo aprendizajes significativos y con una perspectiva globalizadora.
Con nuestra forma de trabajar, a través dinámicas y las actividades
compartidas, favorecemos la socialización y la convivencia de manera
progresiva.
Por supuesto, nuestra propuesta metodológica tiene muy en
cuenta que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y de aprendizaje, por
lo que la atención a la diversidad y el trabajo sobre las inteligencias
múltiples de la personas son unos de los principios metodológicos que no
olvidamos. De ahí que nuestra metodología
es abierta y flexible, de forma que permite adaptarse a las características
y necesidades de cada niño y niña y de cada grupo participante.
Se trabaja alrededor de las ideas y actividades que anualmente se acuerdan
entre el profesorado y centros participantes. Para ello, se
desarrollan talleres y actividades que son compartidas y realizadas por todos
los grupos participantes de manera coordinada, y se motiva a los niños y niñas
para la realización de dinámicas que lleven a la consecución de los objetivos
específicos, desde su realidad particular.
El rol del profesor y la profesora es el de dinamizador y
favorecedor del proceso de aprendizaje de los niños y niñas. Será por tanto un
facilitador de su aprendizaje, respetando en todo momento la personalidad
particular de cada niño, así como su proceso madurativo.
Respecto al trabajo de las niñas y niños en el aspecto de
cómo ven ellos el Mundo, los pensamientos de los niños y niñas deben llevar a
un pequeño debate, ayudados por el profesorado a través de preguntas que les
hagan empezar ese debate, y después les dejamos que se expresen libremente. Para
finalizar pediremos que hagan unos dibujos con los que expresen sus ideas
respecto al tema que hemos discutido y, además, les pedimos que cada dibujo
lleve un comentario personal sobre lo que han querido expresar con él. También
lo llevarán a sus casas para intercambiar ideas con sus padres y madres. Finalmente
exponemos los dibujos para que los demás también puedan hacer comentarios sobre
ello y que puedan complementar lo que ha dicho el autor. La exposición viajara
a todos los países participantes para que los niños comenten dibujos de sus
compañeros de los demás países.
De igual forma, el trabajo realizado en los talleres y
actividades es difundido a través de los blogs y/o sitios web de cada centro
escolar; estos blogs asimismo se interconectan entre sí, y de esta forma se
ofrece una plataforma para el debate y la participación, no sólo del
profesorado y de las familias de cada escuela, sino que se abre a otros centros
educativos, otros profesores, instituciones educativas y a entidades privadas
y/o públicas, y con esto se consigue una escuela más abierta a toda la
sociedad.
Otro elemento importante que hemos de tener en cuenta es
la comunicación fluida y constante con las familias, de modo que éstas estén al
tanto de la iniciativa que se pone en marcha en la escuela y del proceso de
aprendizaje de sus hijos e hijas, procurando que se impliquen en él, y colaboren
con el centro educativo y con la iniciativa en la medida de sus posibilidades.
Es, además, una iniciativa
descentralizada, en el que todos los centros tienen la misma importancia y
responsabilidades, si bien hay una única persona coordinadora que modera y
dinamiza, y es autogestionado; en el
sentido que no depende de una administración educativa en concreto, sino que
son el propio profesorado y alumnado quienes asumen las riendas del proyecto.
En suma, esta experiencia educativa se presenta como
abierta y flexible, con una evaluación continua del proceso y de los contenidos
trabajados, y con un feedback constante que va a permitir modificar sus
recorridos en función de los cambios que se vayan produciendo al ponerse en
práctica cada una de las actividades previstas. Y es que la flexibilidad va a
ser la clave del éxito de esta tipo de iniciativas. Por eso es imprescindible
partir de un análisis de la realidad de cada centro escolar participante (tipo
de alumnado, entorno, si es público o privado, problemáticas específicas…), de
forma que esto permitirá hacer una adaptación desde el proyecto general a la
realidad particular de cada centro.
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